El bicampeón terminó imponiendo condiciones pese a que el equipo marplatense fue un duro rival y por momentos estuvo al frente. Finalmente, la victoria de los capitalinos fue 107 a 96.
Quilmes luchó con convicción, por momentos fue superior, pero a la larga terminó inclinándose ante la superioridad del bicampeón San Lorenzo de Almagro, que lo superó por 107 a 96, en el Polideportivo “Roberto Pando”, de Boedo. Pese a la derrota, fue una buena labor del “tricolor”, que parece avanzar más en su juego que en la tabla.
San Lorenzo fue arrasador en el inicio. Por virtudes propias y errores quilmeños. El local identificó con acierto su ventaja en la pintura y abasteció con frecuencia al cubano Javier Justiz Ferrer, indetenible en esos primeros minutos.
Quilmes no acertaba adelante, su ofensiva estacionada se enredaba casi siempre, no lograba establecer una postura defensiva y además se cargaba peligrosamente de faltas personales demasiado rápido.
El local llegó arriba a la mitad del cuarto (11-6), y el “tricolor” a esta altura apenas anotaba 2 de 11 en tiros de cancha.
El predominio abrumador del bicampeón llegó a una máxima ventaja de 20-8 y entonces, abruptamente, el desarrollo cambió de manos.
Cuando ambos comenzaron la rotación, los ingresos de Bruno Sansimoni, Emiliano Basabe y Omar Cantón corrigieron la postura defensiva colectiva.
Y conforme empezó a sentirse más firme atrás, Quilmes fue mejorando sus ofensivas y se acercó para cerrar el primer cuarto expectante (22-17), aún con un paupérrimo 27% de acierto en sus tiros de cancha.
Con el arranque del segundo segmento, el vuelco fue total. Porque Quilmes continuó seguro en defensa y además, encontró continuidad para su tiro a distancia. En un abrir y cerrar de ojos, el equipo de Javier Bianchelli se adelantó 37-28 a los 5 minutos, y sembró de dudas al local, que además se preocupó con un golpe en la rodilla derecha que sufrió José Vildoza, aunque el base pudo volver al juego más tarde. Fue el segmento de Eric Flor, quien anotó 13 puntos.
Pero entonces, San Lorenzo regresó a las fuentes. La posta de Justiz Ferrer la tomó el nigeriano Gani Lawal, quien dominó a voluntad en ambas pinturas. Por momentos, los dos pivotes coincidieron en cancha y el predominio del “santo” fue notorio. Tanto, que revirtió no sólo el desarrollo sino también el resultado.
El puntero marcó el rumbo en el complemento priorizando, por lógica, el juego cerca del canasto. Y si bien llegó a disfrutar de ventajas de 15 o 16 puntos, Quilmes siempre luchó, y con el aporte de Ricky Sánchez y los relevos, especialmente de Omar Cantón, de enorme partido, se mantuvo en juego, aunque sin llegar a ponerle excesiva presión a su rival en las cifras.
Los 28 puntos del pivote de reserva se constituyeron en una nueva marca personal histórica en Liga Nacional, aunque no resultaron suficientes para torcer el destino de la derrota de su equipo.
El conjunto de Gonzalo García fue asentándose cada vez más al influjo de la producción de su base, Nicolás Aguirre, quien logró el 11° “triple-doble” de la Liga, al anotar 10 puntos, 12 asistencias y 10 rebotes.
La síntesis
San Lorenzo 107
N. Aguirre 10, D. Tucker 7, M. Mata 7, M. Calfani 16 y J. Justiz Ferrer 26 (FI). S. Safar 6, J. Vildoza 13, G. Lawal 21, J. Anthony 1. DT: Gonzalo García.
Quilmes 96
N. Ferreyra 0, E. Flor 18, E. Ruiz 4, R. Sánchez 17 e I. Basualdo 4 (FI). B. Sansimoni 12, M. Maciel 2, E. Basabe 9, O. Cantón 30. DT: Javier Bianchelli.
Estadio: Polideportivo “Roberto Pando”, de San Lorenzo.
Arbitros: Oscar Britez, Fabio Alaniz y Gustavo D’Anna.
Parciales: 22-17, 44-41 y 77-66.